"No sé si pueda"


¿Recuerdas cómo te sentiste el primer día de trabajo, en el primer trabajo? Es decir, podemos tener varios primeros días de trabajo, pero solamente hay un primer día de trabajo, del PRIMER trabajo. Te levantas temprano, te duchas, desayunas con un sentimiento entre nerviosismo y alegría. Sales de tu casa y vas todo el viaje hacia el trabajo pensando "¿Y si me piden algo que no sé hacer?" no sé si fui el único que se sintió así.


La primera vez que una amiga me dijo que quería que tomara fotos en el cumpleaños de su hija. Recuerdo haber sentido miedo y también una gran responsabilidad. Pensé .... "No sé si pueda". A punto de decir que no, que rechazaba la tarea, estuve pensando, "Si no intento, ¿cómo voy a saber que no puedo?" Es como un corredor que prefiere no correr porque se puede tropezar en la carretera. ¡Eso es parte del juego! Por supuesto, ahora lo veo tan claro, pero en ese momento no fue así. Tuve que ser sincero conmigo mismo. "Si no es ahora, ¿cuándo?". Está bien tomar fotografías de paisajes, de amaneceres, de edificios, podemos encontrar asombro y belleza en ellas. Pero yo quería fotografiar momentos especiales de personas. Quería capturar emociones. Pero me daba miedo.


¿Egocéntrico, yo?


Hay ocasiones en que debemos ser duros con uno mismo. Personalmente puedo darme cuenta que muchas mis miedos vienen de mi egocentrismo, de mi orgullo. Puede ser que estoy pensando mucho en mí, en mi imagen, en que debo ser "perfecto" y eso me paraliza. Pero no debo ser perfecto, eso es algo obvio, pero no para mi subconsciente. Alguien dijo "Muchas veces no hacemos las cosas, porque tenemos miedo de lo que piense una persona en específico". Esa persona a la que en mi subconsciente le tengo miedo que me va a juzgar, de hecho, no está pensando en ti, como tampoco observando cada paso que doy detalladamente. Y ahí entra nuestro orgullo a hacernos una mala jugada, solo en nuestra mente tenemos esta batalla.

“Personalmente puedo darme cuenta que muchas mis miedos vienen de mi egocentrismo, de mi orgullo. Pienso mucho en mí, en mi imagen, en que debo ser "perfecto" y eso me paraliza.”

Venciendo al miedo


Darme cuenta de esto, provocó dos cosas en mí. De primero reconocer que tenía mucho por aprender. Entonces simplemente lo que hice fue prepararme. Tomé cursos, tanto presenciales como virtuales, vi tutoriales en youtube, investigué cómo se habían tomado fotos que me gustaban, aprendí a editar, salí a tomar fotos por mi cuenta, pedí a amigos y familiares que fueran mis modelos, tome fotos de conferencias y otras cosas. Es decir, tuve que hacer mi tarea y lo más importante, practicar, practicar y practicar. De esa forma notaba cómo iban mejorando mis fotografías y sentía que iba teniendo más seguridad. Y en segundo lugar, reconocer que en el camino podían haber tropiezos, y momentos retadores, pero lo más importante era dar lo mejor de mí y hacer un buen trabajo. Ahora cada vez que voy a una sesión de fotografías o a cubrir un evento, no voy a mentir y decir que todo es pan comido, de hecho, me he dado cuenta que siempre me pongo nervioso, siempre estoy a la expectativa, siempre estoy preocupado por que salgan bien las fotografías. Pero creo que eso está bien, y espero siempre sentirme así, porque quiere decir que me importan las personas y que queden satisfechas con mi trabajo.


Todo es un proceso, pero está en uno esforzarse en crecer, en prepararse, en aprender y seguir aprendiendo. Y al leer los mensajes de agradecimiento y ver las sonrisas de mis clientes al ver los momentos especiales capturados en fotografías, siempre sé que ha valido la pena todo el esfuerzo.